A Salvador y Ana Mari les encanta su jardín, en el se respira tranquilidad y aire puro entre tanta vegetación, no me extraña que les cueste salir de su casa. Es una casa llena de libros donde hay miles de historias que Salvador ha leído y releído más de una vez, así como Ana Mari que con esa memoria prodigiosa que tiene y que yo le envidio sanamente, te habla de mil cosas, lo mismo de historia que de medicina que de política, es una biblioteca.
En su jardín tiene un limonero que siempre tiene frutos, así como un almendro que ya está cargado de almendras, muchas plantas verdes y otras de flores como este geranio, y el rincón del desayuno, tan acogedor donde se toma el café con leche, las tostadas con mantequilla y mermelada o el rico aceite de oliva de nuestra España, pues en cualquier lugar de ella encontraremos este rico manjar, rico y saludable para nuestra salud.
Queridos hermanos, esta entrada va dedicada a vosotros, que aun llevando tantos años en vuestra tierra de adopción, como es Cataluña, un pedazo de nuestra España, seguí sintiendo en el corazón que sois andaluces y que aquí tenéis a vuestra familia a la que les gustaría que estuvierais más cerca para veros más a menudo.
Desde aquí muchos besos para los dos y vuestros hijos.
Ha sido un placer para los sentidos visitar todos tus blogs.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Luis, pasar por el tuyo hace reflexionar sobre la condición de padres.
ResponderEliminarSaludos cordiales.